Meditar mejor que una pastilla

DIARIO EL MUNDO  12 ENERO 2014

Meditar mejor que una pastilla
La meditación puede ser incluso mejor que los fármacos para atajar la depresión.  El maestro de yoga nos cuenta su experiencia sanadora

El experto en yoga, Ramiro Calle, asegura haberse ayudado de la meditación cuando casi muere. RAMIRO CALLE (FOTO)

Actualizado: 12/01/2014 13:43 horas

La meditación es un método milenario para el entrenamiento metódico de la atención y el desarrollo de la mente, que actualiza potenciales mentales como la voluntad, el sosiego, el contento interior, la ecuanimidad y la lucidez. Ayuda a transformar actitudes y hábitos mentales nocivos en positivos y a superar emociones negativas y estados de ánimo como la ansiedad, la depresión, la abulia, el estrés, la angustia y tantos otros.

Cada día es mucho mayor el número de personas que emprenden la práctica de la meditación y sus técnicas se están llevando a todos los ámbitos, incluídas las empresas y hasta las cárceles. Está compuesta por ejercicios, muy verificados a lo largo de siglos, y que estimulan la concentración, sedan el sistema nervioso, fortalecen el ánimo y tranquilizan. Tambien cada día en mayor número los médicos recomiendan realizarla o ellos mismos la practican.
Sólo media hora al día puede aliviar la depresión tanto como una pastilla, concluye el doctor Madhav Goyal, de la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins (Baltimore, EEUU), en un estudio en el que se participaron 3.500 personas. «Mucha gente piensa que la meditación significa sentarse y no hacer nada. Pero no es cierto. Alivia tanto algunos síntomas de la ansiedad y de la depresión como lo harían, según otros estudios, los antidepresivos», explicaba Goyal al Daily Mail, recientemente. «La gente, de hecho, se siente más feliz».

En los más de 40 años que llevo impartiendo clases de yoga y meditación, ha habido un notable número de médicos en mis talleres. Y, por supuesto, desde hace años se están haciendo toda suerte de investigaciones en numerosas universidadesque evidencian hasta qué punto la práctica asidua de la meditación (aunque sea sólo media hora al día) favorece al ser humano y le permite incluso en determinadas dolencias (sobre todo las psíquicas y psicosomáticas) disminuir la medicación o incluso prescindir de ella, obviamente, con la supervisión del especialista.

Alcohólicos, atletas...
El doctor Nuñez Mille, hace muchos años ya, me enviaba un buen número de sus pacientes e incluso una mujer que llegó a tomar, por trastornos psíquicos, hasta 23 pastillas diarias, pudo al final prescindir de la medicación. Yo mismo, hace ya más de tres décadas, me sometí como «ratón de Indias» a un buen número de pruebas médico-yóguicas con diversos especialistas.

A lo largo de estos años he aplicado la meditación a buen número de enfermos de cáncer, adictos, alcohólicos, deportistas de élite, destacados empresarios, personas que padecían de insomnio o de melancolía, fobias o ansiedad. Tras mi gravísima enfermedad (debida a una bacteria altamente agresiva y lesiva cogida en Oriente y que me puso durante semanas al borde de la muerte), yo mismo encontré una ayuda muy destacada en la práctica de la meditación.

La meditación siempre se ha asociado con sosiego y bienestar, pero nació no sólo como una herramienta preventiva, terapéutica o recuperativa, sino como un método de liberación mental y espiritual. En esta línea trabaja el doctor Allan Goroll, docente de la Universidad americana de Harvard. Para él, «contrariamente a quienes opinan que la meditación no produce grandes beneficios, lo cierto es que esta práctica contribuye a mejorar mucho la salud mental de las personas que siguen tratamientos farmacológicos».
En esta última década, sobre todo, la clase científica se ha interesando por sus efectos y alcance, hasta tal grado que el número de investigaciones y estudios que se han efectuado resulta apabullante. También se ha puesto de manifiesto hasta qué punto la meditación ayuda a los diabéticos, pacientes con determinados tipos de asma o hipertensos. Favorece, desde luego, la neuroplasticidad.

En mi obra Yoga, una medicina natural se recogen los trabajos de un gran número de médicos de distintas especialidades, tanto españoles como indios, y ellos mismos practicantes de meditación. En cualquier caso, las personas que se medicanjamás deben reducir la medicación sin la rigurosa supervisión de su médico.

Y una vez más recordar que, como en cualquier disciplina, la clave del éxito es la práctica asidua. O dicho de otra manera: la meditación nos enseña a meditar. Podríamos concluir diciendo que si disponemos de una valiosísima herramienta que puede favorecer en grado sumo al ser humano y no tiene contraindicaciones, ¿por qué no abrirle todas las puertas?

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